HOMENAJE A UNA BELDAD CALÉ
Yo conocí una gitanaa principios de verano,
me pareció una sultana
cuando la vi en su ventana,
una mañana temprano.
Yo, que por allí pasaba,
tan atónito me quedé,cuando vi que me miraba
y sin saber lo que hablaba
con torpeza reaccioné,
pero yo no me callaba.
Tan embobadito estaba
que pensar bien no podía,pero como mejor sabía
de esta manera le hablaba.
Buenos días princesita,
jerarquía de lo calé,yo, en toda mi vida guispé
otra flor tan exquisita.
Ella su pelo amoldaba
con los dedos de su manoy tratándome de ufano
de esta forma contestaba:
“Gueno día payo en celo
que siempre está en tó”
y agitando su pañuelo,
dejándome un desconsuelo
de la ventana se apartó.
Igual que cada mañana
yo seguía con mi rondamás, pasada la rotonda,
aún pensaba en la gitana.
Como no les puedo mentir
sobre la chica del valle,diré que verla en la calle,
no da placer, hace sufrir.
Algo en su cara llevaba,
algo en su cara tenía,algo que yo aún no sabía,
lo mucho que me gustaba.
Una dulzura encantada
en su carita relucía,de eso, ella presumía
y posiblemente intuía,
lo que a mí me sulfuraba.
Como ella sabía vestir
realzando bien su talle,cada prenda, era un detalle,
así lo tuve que admitir.
Sus labios color carmín,
los ricitos de su pelodel color del caramelo
me hicieron “Tilín” ¡Tilín
Por temblarme las rodillas
al verla tan presuntuosa,ya no le dije otra cosa,
le canté esta “seguidilla”.
Gitanita, tú vendrás
a la Feria de Sevilla,que una bonita mantilla
con tu “cuerpazó” lucirás.
Si salimos de esta Villa,
con todo lujo vivirás,
te lo prometo chiquilla.
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